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jueves, 3 de mayo de 2012

¿VOLUNTARIADO – TURISMO - COOPERACIÓN?


Permitidme queridos de Alenga 2012 que haga algunas precisiones sobre estos tres conceptos: Cooperación, Voluntariado y Turismo; que en más de un ocasión el año pasado, y con otros grupos en otras circunstancias, han creado más de una falsa interpretación, expectativas y consiguiente confusión.

* COOPERACIÓN: SIN ENTRAR EN SIGNIFICADOS Y ANÁLISIS EXHAUSTIVOS, podríamos decir, a nivel coloquial que el cooperante es una persona que se inscribe dentro de una organización gubernativa (OG) o no gubernativa (ONG).
El cooperante, hace un contrato con múltiples clausulas: gastos de viajes, alojamiento, desplazamiento, salario, pluses de aquí y de allá. Desde que se le va a recibir al aeropuerto, no se preocupa para nada de la logística que un viaje de estas dimensiones conlleva. Pone sus cualidades y habilidades (medicina, agricultura, educación, etc.) a disposición de la organización para la que trabaja.

* VOLUNTARIADO: Detrás de una experiencia de voluntariado, hay una entidad que lleva a cabo la organización, en nuestro caso, se trata de una congregación, con la que el voluntario entra en contacto. Hay unas normas a menudo ni siquiera escritas pero no por ello carentes de importancia, que hacen referencia fundamentalmente a la convivencia, que como podéis imaginar, en una experiencia de este tipo es un elemento básico. El acuerdo entre el voluntario y la organización, es que la estancia de voluntariado es de un tiempo más bien corto, normalmente aprovechando el período de vacaciones.
El voluntario debe tener en cuenta que él mismo es quien se paga los viajes, la estancia y demás gastos que van surgiendo. Salvo en muy raras excepciones no hay remuneración económica para el voluntario, y aún en estas raras excepciones, está estipulado una cantidad del dinero para los gastos corrientes de comida, cocinera, etc., puesto que a menudo se trata de profesionales de la educación, medicina, u otras áreas, que pueden llegar a estar hasta 10-12 horas de trabajo. Estos voluntarios, incluso suelen poner dinero de su bolsillo para las obras que realizan, dinero de sus propios ahorros, o dinero que han recaudado entre sus amigos.
Como hemos comentado anteriormente, existen una serie de normas o leyes, que hay que seguir: como el saber estar adecuadamente en el contexto, etc., algo de lo que ya hablamos en encuentros pasados: el cómo vestir, el cómo comportarse, el no hacer ostentaciones, no beber por demasía, no besarse o  abrazarse, comportamientos que están fuera del contexto en el que vamos a estar, y que pueden derivar en ciertos problemas.
Este sentido de “comportamiento” es algo más “serio” que el que encontramos en el mundo de la cooperación. En un voluntariado, lo más importante que uno va a hacer, es el convivir con la gente del lugar, uno va a compartir, y sobre todo a aprender.
El voluntariado, como cualquier otra cosa, tiene una serie de inconvenientes, pero también una serie de ventajas, que suplen perfectamente las carencias que nos pueden plantear los inconvenientes. Sin embargo debemos tener muy en cuenta tanto las ventajas como los inconvenientes, porque están muy relacionadas con las normas de las que hablábamos anteriormente.
Entre los inconvenientes podemos encontrar fundamentalmente:

* La falta de libertad para ir a donde se quiere, como se quiere y cuando se quiere.
* No poder disponer de uno mismo sin contar con el resto del grupo.
* Tener en cuenta cierto horario y las normas de la comunidad que nos va a acoger.
Sin embargo también encontramos una serie de ventajas:
* La logística está asegurada: nos vienen a recoger y llevar del/al aeropuerto. Donde nos acogen en los diferentes sitios, se cuenta con cama, comida, transporte, sanidad, intérprete, conductor, cocineros, y demás
* Muchas posibilidades ÚNICAS de ver, compartir y vivir en el África negra profunda.
* Hacer una experiencia significativa y que deja una profunda huella en la vida (no hago demagogia, es el balance de los que han tenido la oportunidad de ir en anteriores ocasiones).

* TURISTAS:
Estos van por su cuenta. Normalmente viajan a África con mucho dinero y los que se arriesgan a ir con poco dinero en plan aventurero, al llegar a casa se encuentras abultadas facturas que las embajadas han tenido que pagarles por “sus despropósitos”, la mayoría fruto del desconocimiento del contexto al que viajan.
Son libres y van donde quieren, pero en cambio, pierden mucho tiempo en las tareas de logística.

En concreto para nosotros:
Hemos pagado 1.000€. Como habéis visto, los billetes han costado 800€. A esto hay que sumarle los 50 $ de visado que se pagan nada más aterrizar en el aeropuerto. Haciendo números, quedan 150€ para los viajes de ida y vuelta al aeropuerto, los viajes a la misión, los viajes a las ciudades de Lira, Gulu y posiblemente a Jinja (donde están las fuentes del Nilo, el nacimiento del río), algo de dinero para el alquiler y gasolina de un 4x4 que ya está a nuestra disposición. Además debemos de pagar comida y alojamiento en estos lugares fuera de la misión (Lira, Gulu, Kampala y Jinja). La visita al lago Kwania y a sus islas flotantes, donde compartiremos un tiempo con la impactante comunidad de enfermos de SIDA, también conlleva unos gastos.
Así, con los 150€ divididos en los 32 días que dura la experiencia, sale que disponemos de 3,11€ al día por persona, una cantidad, que como comprenderéis no cubre todos los gastos, pero no os asustéis, está casi todo controlado. Pero de todas formas, se necesitará aportar algo durante nuestra estancia.
Los problemas del año pasado
“¿Por qué tenemos que contribuir si somos cooperantes? Nosotros hacemos trabajos, etc.” Seamos serios, los “trabajos” que vamos a realizar en la misión, no será más que pintar alguna habitación, fregar los platos cuando toque, limpiar y poner en orden los distintos almacenes, etc. No es echar nada en cara, pero es que la realidad es que tampoco se puede hacer mucho más, ya que debemos tener en cuenta la adaptación, la lengua, las comidas, el lógico cansancio de cambio, etc.
El decir, o simplemente pensar cosas como “que laven los platos las negras que para eso las vamos a dar vestidos cuando nos vayamos”, no tienen ni que ocurrírsenos. O por ejemplo, el volver a re-cambiar la moneda local en euro para no perder dinero, cuando podemos estar hablando de 45 euros, que en un contexto como el que vamos a vivir os podéis imaginar.

Os prometo y aseguro una maravillosa experiencia. Contando a toda la gente que ha estado en la misión: han ido de España, Italia, Inglaterra, etc., ¡han ido solo unas 125 personas!, y todos en diversa medida han hecho un balance muy, muy positivo. Todo esto os lo quería decir para evitar futuros equívocos, y poder aprovechar al máximo esta genial oportunidad que tendremos la suerte de disfrutar en apenas unos meses.

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